Sunday, August 16, 2015

LOCUS AMOENUS: poderoso e idílico rock progresivo desde Italia


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca presentar al grupo italiano LOCUS AMOENUS so pretexto de su disco “Clessidra”, el mismo que fue publicado en setiembre del 2013 por vía independiente. El grupo, conformado por Alessio Vito [voz, guitarras y flauta], Raffaele Purgante [guitarras], Antonio Di Filippo [saxofones], Alessandro Ragano [bajo] y Mauro Cefalo [batería], se originó en la localidad de Irpinia en el año 2010. El repertorio de “Clessidra” no fue diseñado para completar un disco conceptual en sí, pero insiste en un tema recurrente: el tiempo, explorando a veces su carácter cíclico, otras veces lo efímero de los momentos, y otras su poder de crear memorias y añoranzas en nuestras mentes. El grupo practica un eclecticismo sólido sostenido en una ingeniería donde se equilibran el sinfonismo de vieja escuela, el prog-metal, la psicodelia refinada y el jazz-rock: esta actitud refleja cabalmente las diferentes biografías musicales de cada integrante antes de que existiera el grupo. De hecho, la ausencia de teclados y el núcleo conformado por las guitarras duales garantizan que el grupo se mantenga firme bajo las coordenadas de eso que se ha dado por llamar progresivo pesado. El nombre del grupo se traduce como “lugar idílico”, y ciertamente el disco “Clessidra” es un sueño idílico para el oído empático con las propuestas de renovación del ideal progresivo que nunca parecen cesar de brotar desde la vanguardia italiana. Bueno, vayamos a los detalles de su repertorio de una buena vez, ¿vale?


‘Tra La Mente E Gli Infiniti Inverni Dell'Anima (Preludio)’ abre el álbum ocupando un espacio de casi 7 ½ minutos con un despliegue íntegramente instrumental que transita desde pasajes pesados de carácter moderadamente machacón hasta otros más cadenciosos, poniendo énfasis en la creación de atmósferas diversas en base a bien armados esquemas armónicos. Luego sigue ‘Inverno’, la pieza más extensa del álbum con sus 12 ¼ minutos de duración. Su talante melancólico se hace notar a lo largo de todas las variantes temáticas que se suceden en su cuidado desarrollo melódico, el cual nos remite a los legados de MUSEO ROSENBACH y BIGLIETTO PER L’INFERNO en simultáneo, aunque con un enfoque notoriamente contemporáneo que enlaza al grupo en un parentesco con MALIBRAN y CHIAVE DI VOLTA. La fuerza de carácter se expresa de forma inequívocamente maciza, pero el grupo lo focaliza con una actitud de auto-constricción necesaria para no permitir que el apasionamiento sonoro bloquee los espacios necesarios para que los motivos respiren y se instauren con la debida claridad. Otras dos piezas de generoso espacio – entre los 10 ¾ y 11 ½ minutos – son las que justamente se suceden a continuación: ‘Il Suono Di Lei’ y ‘Lettera Di Un Folle’. ‘Il Suono Di Lei’ ostenta un talante más optimista que la canción que le precede, a la vez que cede ciertos espacios al manejo de motivos centrados en la guitarra acústica. Pero no nos equivoquemos, la robustez de las guitarras eléctricas y la imposición de las robustas armonías de saxofón entran a tallar de una forma decisiva para habilitar el delineamiento del sofisticado vigor rockero con el que el grupo decide concretar el clímax de la primera mitad de la canción. Tras una breve secuencia de efectos de sonido que emulan cambios de emisoras radiales, el grupo retorna al frente para hacer un juguetón jam jazzero cuyas sistemáticos juegos de atonalidades tienen algo de surrealista. ‘Lettera Di Un Folle’, por su parte, ofrece inicialmente un pasaje intimista y sereno para luego derivar a otro muy distinto donde se refleja una espiritualidad caótica e incierta: la inspiración Vandergraafiana para este segundo pasaje es muy clara de notar. El grupo eventualmente elabora un puente instrumental de talante etéreo con miras a preparar el terreno para la retoma final del primer motivo. 

‘Amleto’ es el segundo instrumental del álbum (consistiendo las intervenciones vocales solo en recitaciones aleatorias): la estrategia para armar este viaje musical está enraizada en factores de free-jazz dentro de un engranaje psicodélico que procura dar continuidad y cohesión a los aportes de cada músico. Si imaginamos una mezcla de Cantebury en versión “alocada” y cosas a lo PICCHIO DAL POZZO podemos hacernos una buena idea sobre qué va esta pieza. En contraste, la canción ‘Anima’ se ofrece como una balada sinfónica muy bien construida, partiendo sobre la base de un motivo central evocativo para que el arreglo grupal enfatice a punta de sofisticación la melancolía reinante; también se arma a medio camino un clímax en el que el grupo explora su vitalismo energético, siempre al servicio del desarrollo melódico en curso. Cierra el álbum ‘I Segni Del Mio Tempo’, canción que recrea solventemente el aura reflexiva de la canción precedente y le añade una musculatura rockera vibrante. El fade-out de guitarra acústica concluye la canción poco antes de llegar a la barrera de los 6 ¼ minutos, pero nos espera todavía un lapso de dos minutos de silencio antes de que arribe la coda, que consiste en la repetición de un breve pasaje del instrumental que había abierto el álbum.  


Todo esto fue “Clessidra”, la declaración de principios progresivos de LOCUS AMOENUS, un grupo que nos ha encantado con su manera tan ingeniosa de mezclar energía electrizante, viajes espirituales conmovedores y recursos de osado eclecticismo. Este grupo ha sabido desbordarse en sus mecanismos estilísticos sin que nota o compás alguno se le escapara de control. Tras la buena impresión que nos ha causado este disco, tenemos que recomendarlo para cualquier buena colección progresiva, además de señalar la propiedad de seguirle la pista a este quinteto. 


Muestras de “Clessidra”.-

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